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¿Ha habido huelgas en el porno?

Luis mayo 16, 2022

Hay trabajos que son realmente especiales y como tal, tienen sus propios reglamentos y convenios. Porque no es lo mismo laburar en un hotel como recepcionista que ser músico y estar todo el día de acá para allá, trabajando solo en fechas determinadas. No es lo mismo escribir un libro cada dos años y vivir de esas rentas que pasar diez horas al día sirviendo copas en cualquier boliche. Las actividades laborales deben adaptarse también a los horarios de cada negocio, y esto supone siempre un punto de choque entre los trabajadores y los empleadores. Por supuesto, cada cual busca obtener el máximo beneficio posible, y esto, en el sistema en el que vivimos, significa también hacerlo a costa del otro. En estos casos, el jefe tiene todas las de ganar porque al final es el dueño del negocio, y puede echar a cualquier trabajador y tener al instante a un montón haciendo cola para laburar con él.

Uno de los mejores recursos que los trabajadores tienen para oponerse a este tipo de injusticias es la huelga. Auspiciada habitualmente por los sindicatos, llegar a este punto supone también un enfrentamiento abierto no solo con los empleadores, sino con el resto de compañeros que no quieran secundar el paro. El derecho a la huelga está recogido en todos los países democráticos del planeta, pero también está sujeto a numerosas condiciones. Por ejemplo, hay ciertos sectores, como el ejército o la policía, que no se pueden po9ner en huelga a la vez, porque supondría un gran caos en cualquier país. Otros sectores utilizan la huelga como medio de presión para conseguir mejoras salariales y avances para los trabajadores. Y lo hacen incluso a costa de otras personas que se ven afectadas por estos paros, como ocurre con las huelgas de transporte. Sin embargo, hay otros sectores en los que las huelgas son casi un recurso olvidado. Abogados, periodistas, futbolistas… Casi nunca se ponen en huelga, y no precisamente por falta de motivos, porque a veces los tienen, y muy claros. Es sobre todo por falta de una unidad común con la que afrontar estos paros. Es algo parecido a lo que ocurrió con la industria del porno hace unos años.

Una industria cien por cien capitalista

La industria del cine para adultos es seguramente uno de los mejores ejemplos del paradigma ultracapilista en el que vivamos actualmente. Un sistema que busca el beneficio por encima de todo lo demás, y que ha encontrado en el sexo en la era de Internet un auténtico filón. De hecho, se estima que el porno es una de las actividades más lucrativas que se llevan a cabo en la red, incluso cuando está prohibido en algunos países. Estados Unidos es el epicentro de esta industria, y dentro del país, California se ha convertido en la meca del cine para adultos. En el Valle de San Fernando, muy cerca de Hollywood, se producen casi el 80% de las escenas que vemos hoy por hoy en Internet, al menos en lo que a porno profesional se refiere. Está claro que moviendo tanto dinero y aportando tantos ingresos, el porno siempre va a estar en el punto de mira.

La huelga de 2016

A finales de 2016, un oscuro rumor comenzó a recorrer toda California. El Estados quería llevar a cabo una votación para imponer el uso obligatorio del preservativo en shows sexuales, tanto en vivo como en grabaciones. En otras palabras, habría una ley que obligaría a todos los actores porno a utilizar condón en sus escenas, algo con lo que no todos estaban de acuerdo. La industria ha llevado siempre una compleja relación con el tema de los preservativos, tolerados pero no precisamente favoritos de estos actores. La epidemia de SIDA en los años 80 y posteriormente también en los 90 encendió las alarmas en la industria, tanto que muchas actrices dejaron su trabajo por no aceptar que se grabara sin protección. Hoy nos parece lógico que un actor deba ponerse condón, pero es cierto que desde el porno se ve de otra manera.

Los actores porno siempre han preferido realizar sus escenas sin preservativo, porque así se disfruta más. Es indudable que también se corren más riesgos, pero para eso están los test que se realizan cada quince días, para asegurar que los actores están limpios de ETS. En la industria, estos test se han convertido en una rutina más dentro de los actores, y lo entienden como un mal menor, frente a la imposición del condón. Por eso, cuando la ley de California quería incluir la denuncia de los espectadores o de cualquier miembro del equipo a aquellos actores que se negaran a utilizar condón, muchos protestaron por ello. Tanto es así que incluso se llegó a hablar de huelga, algo complicado en una industria como esta. Los actores querían parar las grabaciones si eran obligados a llevar preservativo por ley, y la polémica estaba servida.

Qué derechos tienen los actores porno

No solo fueron actores masculinos los que protestaron. Muchas chicas, ya sea por compañerismo o simplemente por dar su opinión, también se posicionaron del lado de los actores. Era una cuestión de seguridad y privacidad, y sentían que se les estaba atacando por algo que hasta hace dos días era lo más normal del mundo. El hecho de que uno de los instigadores de esa ley fuera un magnate farmacéutico con muchos intereses en aumentar la venta de preservativos también ayudó a echar más leña al fuego. Los actores porno llegaron a realizar paros muy concretos, pero al final la huelga no cuajó, porque no hay tanta unión en esta industria, y la rueda del dinero siempre debe seguir rodando.

De hecho, algunos productores ya amenazaron a los actores que querían hacer parón con que no tenían ni siquiera derecho a huelga. La mayoría de actores trabaja por su cuenta, de forma autónoma. Por tanto, una huelga de todos ellos, a la vez, sería algo bastante complicado, aunque una buena forma de presionar a los estudios y productoras. Sin embargo, ellas no tenían tampoco la culpa de lo que se estaba votando. Los actores con un contrato más a largo plazo y fijo sí que podían llevar a cabo estos parones de forma conjunta, pero cuesta tanto ponerse de acuerdo que no lo consiguieron ni siquiera de esa forma.

Una situación peculiar

Y es que en el porno no todo el mundo tiene tanta legitimidad ni popularidad para querer llevar a cabo una huelga como medida de protesta y presión. En ocasiones, los actores tratan de imponer sus criterios con las productoras, pero al haber tanto dinero de por medio es fácil que muchos caigan en la tentación de dar su brazo a torcer. Como ocurre en Hollywood, la industria porno es una jungla en la que todos van por su propio beneficio. Eso sí, California terminó entendiendo que esta ley podía llegar a ser un problema si las productoras se iban a otro estado, por culpa de esa ley del condón. Perderían miles de millones en beneficios anuales, y muchos empleos, así que era para pensárselo dos veces.