Con el paso de los años, con la marcha natural de la vida, las personas vamos perdiendo vitalidad, capacidad de movimiento y agilidad. Hay, por fortuna para ellas, personas muy mayores que siguen siendo todavía autosuficientes para salir a caminar y están en mejor forma que muchos más jóvenes. Sin embargo, es también muy habitual encontrarnos con personas mayores que, por los problemas naturales de su edad, necesitan de una silla de ruedas para poder trasladarse de un lugar a otro, incluso en la casa. En otros casos, la movilidad reducida se produce por alguna enfermedad temprana o por algún desgraciado accidente. Sea como fuere, cuando una silla de ruedas entra en nuestro hogar, debemos acondicionar la casa para poder conducir esa silla por cualquier lugar. Y esto es algo que a veces supone un gran quebradero de cabeza.
En la mayoría de ocasiones, las casas no están preparadas de por sí para alguien con movilidad reducida. Esto es así porque normalmente escogemos viviendas a diferentes niveles, con escalones entre ellos, grandes escaleras o más pequeños y breves, y también puertas estrechas que nos hagan ganarle terreno a la pared. Sin embargo, cuando llega el momento de meter una silla de ruedas en casa nos damos cuenta de los problemas que vamos a tener para llevarla por todo el hogar y debemos llevar a cabo ciertas reformas, a veces completas y en otros casos simplemente puntuales, para adaptar la casa a esa persona y que pueda vivir cómodamente en ella, sin que se encuentre obstáculos insalvables para esa nueva situación. Aquí te vamos a dar todas las claves para acondicionar tu vivienda correctamente.
Eliminación de los desniveles
Como decíamos, es muy habitual que en nuestra casa, incluso en la misma planta, tengamos las estancias a diferentes niveles, unidas entre sí por pequeños escalones. No son desniveles muy grandes, pero es obvio que cuando se trata de subir o bajar por ellos a otra estancia con una silla de ruedas, la situación se complica bastante. Es por eso que debemos pensar en eliminar los desniveles, al menos los de pocos escalones, colocando normalmente una pequeña rampa que facilite el acceso de la silla de ruedas y que por otra parte, no requiera una obra tan laboriosa de hacer. De hecho, se pueden comprar rampas de madera que se colocan y se quitan fácilmente, para el acceso a este tipo de estancias. Es importante que, escojamos el material que escojamos, la rampa al menos sea de calidad.
Remodelación del baño
El baño es otro de los lugares que seguramente debamos cambiar sí o sí cuando se de esta situación en casa. Hay personas que tienen cierta movilidad e incluso pueden levantarse durante un tiempo, el suficiente para lavarse y ducharse de forma normal. Sin embargo, lo habitual es que al tener la movilidad reducida, esa persona no pueda mantenerse en pie más de unos segundos, y deba ducharse sentada. Agrandaremos el plato de ducha y colocaremos un sillón especial en el baño, para poder lavar y duchar a esa persona mientras está allí sentada. También debemos abrir más los espacios, para que la silla de ruedas quepa tanto por las puertas como para maniobrar dentro de la propia estancia sin problemas.
Rehabilitación de las escaleras
Es otro de los puntos más complejos de este tipo de reformas. De hecho, hay mucha gente que simplemente deja una de las plantas de la vivienda dedicada a esa persona con movilidad reducida, para que pueda hacer su vida allí por completo, y no tenga que estar subiendo o bajando a otras platas diferentes. Hoy por hoy existen sistemas muy eficaces para solventar los problemas de escaleras, como ese rail que permite subir hacia arriba a esa persona con movilidad reducida, aunque normalmente lo hace sin la silla de ruedas, por lo que requiere siempre la ayuda de otra persona. Colocar un ascensor en casa es también una opción muy eficaz, si nuestro presupuesto nos da para ello, algo que desde luego no suele ser lo habitual.
Implementación de un sillón elevador
El sillón elevador es uno de los sistemas más habituales que existen hoy en día para permitir que una persona con movilidad reducida pueda solventar grandes escaleras, como para cambiar de planta, por ejemplo. Este tipo de sillones no necesitan de una gran obra de reforma y tampoco ocupan demasiado espacio. Simplemente se colocan en la parte inferior de la escalera y tienen un recorrido total hasta la parte superior, ascendiendo y descendiendo en diagonal sobre los propios escalones, por la parte de la pared. Es importante calcular que el sillón necesita un ancho considerable para subir y bajar, por lo que la escalera debe ser lo suficientemente amplia.
Otros factores a tener en cuenta
Lo principal que debemos tener en cuenta a la hora de preparar la casa para una persona con movilidad reducida es dejar espacio suficiente en todas las estancias para la silla de ruedas. Estas suelen tener casi siempre un ancho más o menos común, pero tampoco forzaremos demasiado en este aspecto y dejaremos el espacio justo, porque habrá ocasiones en las que la silla deberá maniobrarse, y tampoco queremos que se quede atascada en un rincón. Facilitaremos lo máximo posible la vida a esa persona bajando también las mesas, si es necesario, para que estén a una altura apropiada, y evitaremos las alfombras y bordes en el suelo, para que no haya tropezones indeseados en ningún momento. La vida en una silla de ruedas es compleja, pero adaptando la vivienda a este tipo de situaciones, lo cierto es que se puede hacer mucho más cómoda y con el tiempo, uno se acaba habituando también a este tipo de viviendas, donde el espacio suele ser mucho mayor en todos los sentidos.